Los propietarios instalaciones de autoconsumo de entre 0,8 y 100kW, deberán adaptarse en un plazo de 15 meses para enfrentar cortocircuitos y mitigar los efectos de los «huecos de tensión», caídas temporales en el voltaje que podrían desconectar automáticamente los autoconsumos, afectando la red y reduciendo la capacidad de acceso.
El Ministerio de Transición Ecológica va ha establecer nuevas regulaciones que obligan a en España a realizar actualizaciones técnicas para mejorar la estabilidad de la red eléctrica y evitar apagones.
El autoconsumo fotovoltaico ha crecido significativamente en España, con más de 5.000 MW instalados en 2024, y se prevé que alcance los 19.000 MW para 2030. Esto representa una presión adicional sobre la red eléctrica, y por ello se requieren medidas para asegurar que las plantas solares no agraven los problemas de suministro.
Microcortes y huecos de tensión
Los Microcortes y huecos de tensión son una reducción en la magnitud de la tensión por debajo de un umbral de hueco con una duración desde varios ciclos hasta algunos segundos.
Estas perturbaciones eléctricas son habituales en la red de distribución y causan pérdidas económicas en las plantas industriales y centros logísticos con un alto nivel de automatización.
La normativa se inspira en medidas previas aplicadas a los parques eólicos, que también fueron sometidos a actualizaciones técnicas para evitar desconexiones masivas en caso de caídas de tensión. Ahora, esta misma medida se extiende a las instalaciones de autoconsumo, asegurando que el sistema pueda seguir funcionando incluso si una central eléctrica falla.
La mayoría de los inversores de instalaciones de autoconsumo conectadas a red en el momento, dejan de trabajar en el momento que no hay red, y aunque la instalación solar fotovoltaica cuente con paneles solares e inversor solar, la vivienda se quedará sin energía.
Las plantas solares, las más expuestas
Los huecos de tensión, provocados por fluctuaciones o fallos en la red, representan un riesgo significativo para la estabilidad de las redes eléctricas. Estos fenómenos, que causan caídas temporales en el nivel de voltaje, pueden desconectar automáticamente las plantas solares, agravando los problemas de suministro. En el horizonte de 2026, Red Eléctrica de España (REE) espera que la capacidad de acceso a la red disminuya si no se resuelve este problema, estimando que por cada megavatio de generación sin capacidad para soportar huecos de tensión, la capacidad disponible disminuye en varias decenas de megavatios.
Es por ello que es crucial implementar tecnologías avanzadas en las instalaciones solares, como controladores de tensión y compensadores reactivos, que permitan a estas instalaciones responder de manera efectiva ante huecos de tensión. La capacidad de las instalaciones solares de autoconsumo para mantenerse conectadas durante estas perturbaciones es clave para la estabilidad de la red, especialmente a medida que la energía solar se convierte en una de las principales fuentes de energía renovable en España y en el mundo.
A medida que la energía solar gana terreno como una de las principales fuentes de energía renovable, su integración en la red plantea estos nuevos desafíos técnicos para las pequeñas plantas, lo que ha incrementado la necesidad urgente de integrar estos instrumentos avanzados en las plantas solares que ayuden a mitigar los huecos de tensión. (www.eleconomista.com)
El gobierno español espera que estas medidas no frenen el crecimiento del autoconsumo, pero reconoce que en muchos casos implicarán un coste adicional para los propietarios de plantas solares. No obstante, las autoridades confían en que la inversión en estas actualizaciones técnicas ayudará a mitigar los riesgos a largo plazo, tanto para los operadores de la red como para los consumidores finales.
En resumen, la expansión del autoconsumo en España requiere una adaptación técnica para asegurar la estabilidad de la red eléctrica. Las nuevas regulaciones obligarán a los propietarios de plantas solares de pequeño tamaño a realizar modificaciones en sus instalaciones, con el objetivo de prevenir desconexiones automáticas y reducir los riesgos de apagones. La implementación de tecnologías avanzadas será clave para abordar los desafíos de los huecos de tensión y asegurar que la transición hacia una energía más limpia y sostenible no comprometa la fiabilidad del sistema eléctrico.
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