El apagón eléctrico del 28 de abril de 2025 fue un aviso sobre la vulnerabilidad del sistema eléctrico y la necesidad de soluciones de respaldo.
Este día quedará marcado como uno de los críticos para el sistema eléctrico en España. A las 12:33 horas, una pérdida repentina de 15 GW de generación eléctrica en apenas 5 segundos provocó un colapso sin precedentes en la red peninsular. El evento, conocido como «cero energético», afectó a millones de personas en España y Portugal, dejando a gran parte de la Península Ibérica sin suministro eléctrico durante varias horas. Este apagón histórico no solo expone las debilidades del sistema energético actual, sino que también subraya la creciente necesidad de adoptar soluciones de respaldo, como las baterías y los sistemas de energía solar, para protegerse frente a futuros cortes.
El colapso de la red: ¿Qué ocurrió?
A las 12:33, una desconexión masiva en el sistema eléctrico dejó sin energía a una gran parte del país en cuestión de segundos. Esta pérdida de generación, que representaba aproximadamente el 60% de la producción energética en ese momento, se debió principalmente a la caída de la producción fotovoltaica y una pérdida significativa de energía de plantas nucleares. La energía solar fue la fuente más afectada, con la desconexión de casi 10 GW de capacidad fotovoltaica. Además, 3,3 GW de energía nuclear se vieron igualmente comprometidos.
El resultado fue un apagón generalizado en España y Portugal. Solo las regiones con sistemas eléctricos independientes, como Ceuta, Melilla, las Islas Canarias y Baleares, se libraron de los efectos inmediatos del colapso. Sin embargo, en muchas zonas del país, el apagón se prolongó durante horas, afectando a millones de hogares, empresas y servicios esenciales.
El papel de las baterías y el respaldo energético
Aunque el apagón afectó de manera drástica a la mayoría de la población, hubo quienes pudieron mantenerse con suministro eléctrico gracias a soluciones de respaldo en sus instalaciones. Los hogares y negocios que contaban con sistemas de paneles solares fotovoltaicos acompañados de baterías de almacenamiento con backup fueron capaces de seguir funcionando, al menos durante las primeras horas del colapso, recibiendo suministro de luz para los servicio más importantes. Gracias a estos sistemas se puede almacenar la energía generada durante el día para usarla cuando no hay sol o cuando la red falla, como ocurrió en este caso.
España es un país donde la producción de energía renovable, especialmente solar, está en constante crecimiento, la instalación de baterías de respaldo es una alternativa eficiente para garantizar la continuidad del suministro en momentos de crisis. Según los datos más recientes, más de 400.000 hogares en España cuentan ya con sistemas solares con baterías, pero depende de si cuentan o no con un backup han podido permanecer con electricidad durante el apagón.
La importancia de la autosuficiencia energética
Este tipo de incidentes destaca una cuestión clave: la dependencia del sistema eléctrico centralizado. Aunque las redes de distribución han mejorado en las últimas décadas, el apagón del 28 de abril ha mostrado que, cuando una falla importante se produce, las consecuencias pueden ser dramáticas y de largo alcance. La respuesta a esta vulnerabilidad podría residir en soluciones con energía solar y las baterías de almacenamiento con backup, que permiten a los usuarios generar y almacenar su propia electricidad, reduciendo la dependencia de la red pública.
A lo largo de los últimos años, se ha visto un aumento en la adopción de instalaciones solares fotovoltaicas y sistemas de baterías tanto a nivel residencial como empresarial. Estos sistemas no solo ofrecen una mayor seguridad en caso de apagones, sino que también son más sostenibles, ya que utilizan energía limpia y reducen las emisiones de gases de efecto invernadero.
¿Cómo podemos evitar apagón energético?
El apagón del 28 de abril debería servir para pensar el modelo energético del país y la forma en que gestionamos la seguridad del suministro eléctrico. Si bien la transición hacia fuentes de energía renovables es un paso necesario para combatir el cambio climático, también es crucial que se invierta en infraestructura y tecnologías que fortalezcan la resiliencia del sistema.
Algunas de las soluciones para evitar futuros apagones podrían ser:
- Fortalecimiento de la infraestructura de la red eléctrica: Invertir en redes eléctricas más inteligentes y resistentes, capaces de detectar y reaccionar rápidamente ante fallos o sobrecargas, es esencial para mejorar la estabilidad del sistema y prevenir desastres como el ocurrido el 28 de abril.
- Fomento del autoconsumo: Incentivar la instalación de paneles solares y baterías en hogares y empresas podría ser una medida clave para aumentar la autosuficiencia energética y reducir la dependencia de la red centralizada.
- Mejor almacenamiento de energía: A medida que las fuentes de energía renovable intermitente como la solar y la eólica juegan un papel más importante en el mix energético, es fundamental mejorar las capacidades de almacenamiento de energía. Esto permitiría que la electricidad generada en momentos de baja demanda pueda utilizarse durante picos de consumo o en situaciones de emergencia.
- Diversificación de fuentes de energía: Si bien la energía solar y eólica son fundamentales en la transición energética, es necesario garantizar un mix energético diversificado que incluya fuentes más estables y de respaldo, como la nuclear o las plantas de ciclo combinado, para mantener la seguridad del suministro en todo momento.
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Con estas dos configuraciones, Alromar ofrece la opción a sus clientes de tener una independencia energética real, minimizando riesgos de interrupción y maximizando el aprovechamiento de la energía solar en todo momento a un precio que va desde los 3800€.
El futuro de la energía no solo pasa por la transición hacia fuentes renovables, sino también por la capacidad de las personas y empresas de adaptarse a los nuevos retos mediante soluciones de autosuficiencia energética. Apostar por el almacenamiento de energía y el autoconsumo puede ser la clave para asegurar que, en un futuro no muy lejano, los apagones sean cosa del pasado.
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