Las instalaciones de placas solares para el autoconsumo, está sumido en el caos debido a la quiebra de pequeñas y grandes instaladoras que han dejado a su paso cientos de proyectos sin completar. Tanto grandes empresas de sobra conocidas como muchas microempresas e instaladores independientes no han podido resistir el parón y ya buscan nuevas oportunidades de mercado en el que reconvertir su estrategia laboral
Empresas como Holaluz, Solarprofit, Sunalizer y Exasum están cerrando o enfrentan dificultades extremas a la hora de hacer frente a sus proyectos o servicios como el mantenimiento de placas solares en Madrid. «El problema de estas microempresas es que dejan proyectos a medias, con paneles sin instalar, trámites administrativos sin completar o todo desorganizado” declaran fuentes a medios de comunicación oficiales como El Español.
Las cifras en la actualidad son más preocupantes. En 2023 se instalaron 1.706 MW de nueva capacidad solar en autoconsumo, lo que representa una caída del 32% en la tasa de crecimiento respecto a 2022, según el último informe de UNEF, la asociación fotovoltaica. Las previsiones para 2024 no son alentadoras, especialmente en el segmento residencial ya que las comunidades aún no se ponen de acuerdo para trabajar en beneficio de la comunidad debido a la disparidad de opiniones y escasa promoción por parte de las administraciones.
«El sector está paralizado desde que la prensa dejó de hablar de la factura de la luz. Si se volviera a hablar del precio eléctrico, el sector se reactivaría», afirmó Daniel Fernández, cofundador y CEO de SotySolar, empresa instaladora de placas solares en España. Si bien es cierto que desde Alromar, también creemos que el discurso sobre el ahorro energético y la agenda 2030 se han dejado de promover como un hecho beneficioso para el planeta.
¿Qué ocurre con los clientes de empresas de autoconsumo en quiebra o cuyos instaladores han abandonado? Se están creando plataformas de afectados y algunas asociaciones de consumidores están recibiendo sus reclamaciones. El problema afecta tanto a proyectos inacabados como a las garantías futuras de quienes ya han instalado autoconsumo. Sin una empresa instaladora, es difícil reclamar garantías en caso de averías.
La OCU explica que cuando una empresa entra en concurso de acreedores, los consumidores están al final de la lista de cobradores, detrás de trabajadores, Hacienda, la Seguridad Social y bancos. En caso de cese de actividad o quiebra, la OCU lo considera un caso complejo que depende de la situación específica de cada instalación.
«Si la instalación se paraliza y hay financiación vinculada, se debería contactar con la entidad bancaria para suspender los pagos si no se ofrece una alternativa para finalizar la instalación», aconseja la OCU. Si la instalación está pagada pero incompleta, el cliente debe asumir los costes pendientes y luego reclamar en el concurso de acreedores.
Daniel Fernández de SotySolar comenta que su empresa se está quedando sola en un mercado que antes estaba saturado. Entre las razones del declive del autoconsumo están las altas expectativas, la caída de los precios de la electricidad y el fin de las subvenciones.
El precio diario del mercado mayorista hasta el 20 de mayo fue de solo 26,30 euros/MWh. Aunque casi duplica el precio de abril, es el segundo mes de mayo más barato desde que hay registros, solo superado por mayo de 2020 durante la pandemia. En las horas solares, el precio medio fue de solo 3,91 euros/MWh, mientras que en las horas pico alcanzó los 63,44 euros/MWh, según el Grupo ASE, consultora experta en mercados energéticos.
En palabras Alfredo Pascual CEO de Alromar: “Apoyamos al sector para ofrecer día tras día soluciones energéticas tanto a nuestros clientes como aquellos otros que se vean afectados por la imprevista caída del sector energético en España, después de veinte años dando un servicio único, podemos decir que aún tenemos mucho que ofrecer desde el sector de las energías renovables”